Guerra de puertos. "Yo
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08:35 recibo las bofetadas, porque Argentina va con hinchada para presionar", dijo el delegado uruguayo. Uruguay se niega a firmar tratado que perjudicaría al puerto de Montevideo
Uruguay se queja de constantes presiones de Argentina para que acepte un tratado regional sobre el transporte fluvial de cargas que reduciría significativamente la actividad del puerto de Montevideo. La oposición apoya al gobierno en este tema.
Más allá de la diferencias por las medidas que tomó el gobierno argentino en materia cambiaria, la indefinición sobre el dragado del Canal Martín García, el monitoreo de la planta de UPM y el puerto de Nueva Palmira, las relaciones entre Uruguay y Argentina atraviesan por otro problema: el transporte fluvial de cargas se ha convertido en un instrumento para que se "presione" a los negociadores uruguayos en los ámbitos regionales.
Desde 2005, Uruguay no ha aprobado el Acuerdo Multilateral de Transporte Marítimo del Mercosur porque en el mismo se prevé lo que se llama "reserva de cargas", es decir que las cargas entre puertos del Mercosur deben hacerse en naves abanderadas en países del bloque. Como Uruguay tiene una muy pequeña flota mercante, el transporte debía cumplirse en naves de Argentina y Brasil perjudicando la actividad del puerto de Montevideo, con riesgo de reducirla en más de un tercio, según un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"El Acuerdo no tiene beneficios para el país y a la vez puede tener perjuicios relevantes para toda la actividad portuaria", advirtió el director general para Asuntos de Integración y Mercosur del Ministerio de Relaciones Exteriores, embajador Álvaro Ons, durante una reunión de la comisión de Asuntos Internacionales de Diputados, el miércoles 5.
Ons afirmó en el Parlamento que Uruguay quiere discutir el Acuerdo de Transporte Marítimo en un ámbito más político del bloque, como es el Grupo Mercado Común, y no dejarlo en manos de un subgrupo técnico.
Pero Argentina se opone a esto de una forma que se considera una "presión" sobre los representantes uruguayos en la delegación que encabeza el director de Transporte Fluvial y Marítimo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), el capitán mercante Gustavo Figueredo.
"BOFETADAS". Según relató Figueredo ante la comisión parlamentaria, él es quien sufre las "presiones" de los representantes argentinos, aunque advirtió a los legisladores que las elude.
"En las reuniones las bofetadas las recibo yo. Las presiones fundamentalmente vienen del lado argentino. Tienen delegaciones muy numerosas: me han llegado a poner siete delegados sindicales sentados detrás de mí, conversando fuertemente para ver si ejercían alguna presión. Pero yo tengo 45 años en la profesión y por suerte, gracias a Dios, pude eludir eso", relató ante la comisión, de acuerdo con la versión taquigráfica de la reunión a la que accedió El País.
Concitando aun más la atención de los legisladores, Figueredo agregó: "Argentina siempre va con una hinchada de diez o doce personas y una delegación de seis o siete. Nosotros vamos solos, sin hinchada, Paraguay también, y Brasil va con lo normal, es decir con dos o tres delegados. Yo en general voy solo y cuando pedí a la Cancillería que me acompañara gente de allí porque lo consideré necesario, fui acompañado. Pero el modus operandi de Argentina es ese y piensan que así ejercen presión", contó.
A su vez, en la misma reunión, el director nacional de Transporte y Coordinador Nacional de Uruguay en el Subgrupo de Trabajo Nº 5 Transportes del Mercosur, Felipe Martín, explicó que el puerto de Montevideo "maneja más del 53% de su movimiento de tránsito con la región. El 70% de ese total con los puertos argentinos -concretamente 57% con los puertos al sur de Montevideo y el 13% con los del Paraná- y el 30% con los puertos brasileños".
"Según los estudios que se han podido relevar, son muchos más los perjuicios que tendría Uruguay que lo que sería el desarrollo de una marina mercante nacional, puesto que en estos momentos es muy limitada", subrayó Martín.
Y Figueredo agregó que según con un estudio de la Cancillería, "si Uruguay firmara este acuerdo causaríamos un perjuicio al puerto de Montevideo de más de un tercio de su movimiento de tránsito".
Además, coincidió con Martín y Ons en que "no traería el más mínimo desarrollo de la Marina Mercante uruguaya".
FIRMEZA. La oposición está de acuerdo con la posición que sostiene el gobierno, en cuanto a no aceptar el tratado. Y le pide que la mantenga, tal cual expresó en la misma reunión el presidente de la comisión legislativa, el diputado Jaime Trobo (Unidad Nacional). "Que Uruguay se mantenga en una posición de firmeza, de no compartir los términos del acuerdo", indicó Trobo.
"El gobierno no tiene alternativas y debe buscar en el ámbito político del Mercosur que cambien las cosas para no perjudicar al puerto de Montevideo. Esto tiene que formar parte de la agenda de las negociaciones políticas", subrayó el legislador.
Trobo dijo que está preocupado porque "Uruguay pueda llegar a ceder ante las presiones" de Argentina.
Empresarios advierten que Tratado "amenaza" al puerto de Montevideo
La Unión de Exportadores del Uruguay y el Centro de Navegación Transatlántica, a través de sus representantes, Mario Baubeta (Centro de Navegación) y Teresa Aishemberg (Exportadores), alertaron días atrás a la comisión de Asuntos Internacionales de Diputados sobre los perjuicios que el tratado regional de cargas puede generarle a Uruguay.
Tal como está redactado el Acuerdo "no genera ningún beneficio para la marina mercante nacional y encierra una amenaza para el puerto de Montevideo y para nuestro comercio exterior e internacional", afirmó Baubeta.
Asimismo, el empresario advirtió que "aumentarán los valores de los fletes marítimos por los costos de las banderas del bloque y se pagarán servicios portuarios superiores a los actuales por perder la condición de hub. A su vez, al perder la carga en tránsito, tanto de contenedores llenos como vacíos, se afectará al puerto de Montevideo y, en definitiva, al país logístico como centro de distribución regional".
A mediados de agosto, el Poder Ejecutivo envió al Parlamento el Código Aduanero del Mercosur y el Código Aduanero uruguayo, los que aún permanecen bajo estudio. Este último documento incluye un artículo que declara a Montevideo como "puerto libre".
"El tema que nos preocupa es la interpretación que Argentina y Brasil realicen de esta norma. Nos preocupa mucho porque, sobre todo Argentina, considera a nuestro régimen de puerto libre como una zona franca", advirtió Baubeta.
La posición adoptada en 2005 por Argentina, Brasil y Paraguay al impulsar el Acuerdo de cargas en la región, también fue mal considerada por el empresario.
Constituye "una presión que se ejerce contra Uruguay", dijo en la reunión de comisión.
El Acuerdo "es un ataque frontal sistemático para evitar el tránsito de sus mercaderías por nuestro puerto, solucionando sus problemas sin abrir su comercio de cabotaje. Si coincidimos en que las banderas de Brasil y Argentina se quedarán con el mercado de transporte marítimo en la región, imaginemos qué puertos elegirán estas banderas para concentrar las cargas", planteó el empresario de la navegación.
Asimismo, Baubeta sostuvo ante la comisión legislativa que el conflicto que se ha generado entre Argentina y Uruguay por el dragado del Canal Martín García, que aún está en suspenso, supone "una pelea, no solo multimillonaria en términos de mercadería sino que es parte de una contienda de fondo que definirá, en gran medida, cuál de los dos países se convertirá en el hub logístico regional a nivel marítimo y cuál deberá conformarse con un papel secundario".
Las cifras
1/3
es lo que bajaría la actividad del puerto de Montevideo si Uruguay aceptara el Acuerdo de Transporte Marítimo del Mercosur.
7
es la cantidad de delegados sindicales que Argentina colocaen las reuniones detrás del negociador uruguayo para presionarlo.
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